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76. En Oxford se distinguió el hermano Eustaquio de Mere, de buena memoria, que fue después guardián y finalmente custodio de York. De buena gana relataba el siguiente episodio. San Lanfranco, queriendo entrar en una Orden religiosa, cuando ya era un grandísimo teólogo, vistió .un hábito de payaso 44 y peregrinó por varios monasterios para conocer la vida monástica. Llegaba, golpeaba a la puerta del coro con el bastón, y cuando veía a los monjes mirar en dirección a la puer– ta y reírse, decía: "Dios no está aquí". Pero cuando lle– gó a Bec-Hellouin y ningún monje prestó atención al que golpeaba, entró como converso. Cuando después el Papa celebró un Concilio contra Berengario, obtuvo per– mi.so para ir con su abad y, mientras todos permanecían en silencio consternados por las palabras del hereje, pidió ser escuchado y deshizo sus argumentos con tanta claridad que Berengario dijo: "Tú eres Lanfranco, o el diablo". Y de esta manera fue reconocido por el Con– cilio 45 • COLOQUIO XIII Sucesión de los ministros generales '77. Elprimer ministro general después de san Fran– cisco fue el hermano Elías, que había sido escribano en 4 4 "Fatui", payaso o loco; así aparece en la edición Little; la de Quaracchi, extrañamente, trae la palabra "fratrurn". San Lan– franco de Pavía, monje y abad de Bec, gran maestro y después arzobispo de Canterbury. 45 Se trata del Concilio de Letrán de 1059, convocado por Nicolás II y que condujo a la sumisión de Berengario de Tours, quien negaba la transubstanciación. 127
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