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divina ha enseñado con este derrumbre que el hombre feliz debe tener casa más modesta"; y de este modo los hermanos abandonaron el lugar. COLOQUIO XI Promoción de los lectores 65. Luego de haber ampliado el convento, donde florecía el principal estudio de Inglaterra, y donde la to– talidad de los estudiantes tenía la costumbre de reunir– se, el hermano Agnelo hizo construir una escuela sufi– cientemente decorosa en la casa de los hermanos y pidió al maestro Roberto Grossatesta 37 , de santa memoria, que les enseñara. Bajo su guía, en poco tiempo, hicieron notables pro– gresos tanto en las materias teológicas como en las mo– rales que son necesarias a un predicador. Cuando des– pués, por providencia divina, fue transferido de la cáte– dra de maestro a la de obispo, enseñó a los hermanos el maestro Pedro, que más tarde fue obispo en Escocia. Le sucedió el maestro Ruggero de Weseam, antigua– mente decano de la diócesis de Lincoln, nombrado des- 37 Roberto Grossatesta enseñó a los hermanos desde 1229 hasta 1235, cuando fue elegido obispo de Lincoln. Tal vez el ges– to más significativo de su estima y amor por los hermanos fue el de ser consecuente consigo mismo renunciando a los privile– gios recibidos en la época en que les enseñaba. Su presencia tu– vo una importancia grande para la implantación de los estudios en Inglaterra. 119

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