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Regla del papa Gregario IX 31 • Este, con ocas1on de la visita que hizo bajo el provincialato del hermano Agnelo, reunió a los hermanos en gran número y aun a los no– vicios en Londres, Leicester y Bristol. La conciencia de los hermanos era entonces tan rígida en materia de ,construcciones de edificios y de pinturas, que adoptó las más severas medidas a propósito de las ventanas de la iglesia del convento de Gloucester; y a propósito del púlpito que un hermano había pintado por sí mismo, le quitó el capucho al susodicho hermano, y le impuso el mismo castigo al guardián, porque había tolerado la pintura. 50. El tercer visitador fue enviado por el ministro general hermano Elías, durante el provincialato del her– mano Alberto; era el hermano Vigerio, alemán, muy re– nombrado por su conocimiento del derecho, honesto en toda su conducta y muy amigo del señor cardenal Otón, que entonces era legado en Inglaterra 32 • Este había re– cibido del ministro general instrucciones muy severas y muy precisas; en particular, que fuesen excomulgados inmediatamente todos aquéllos que de algún modo le ocultasen algo o encubriesen la verdad 33 y que sólo po- 31 Se refiere a la bula "Qua elongati" del 28 de septiembre de 1230. 32 Hacia mediados del año 1237. De esto también habla Jor– dán (62) subrayando que estos "visitadores" enviados por el her– mano Elías eran favorables a sus programas y acabaron por exasperar a los hermanos, que primero apelaron al ministro ge– neral contra el visitador, y después, al no ser escuchados, al Pa– pa (63). Otro motivo de desconcierto fue que los visitadores de Elías debían hacer las "exacciones" para la construcción de la gran basílica de san Francisco (!bid., 61). 33 Hemos preferido la lección de Little "vel dicta velarent", a la otra "vel dicta revelarent", si alguien hubiese revelado las cosas dichas. 110

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