BCCCAP00000000000000000000747

PERFUME DE BONDAD 95 vientes cristianos. Azoto después cayó en poder de los mahometanos y los cristianos fueron condenados a muerte. Fray Felipe exhortó a todos a perseverar en la fe cristiana. Enfervorizados con sus exhorta– ciones, soportaron alegremente los suplicios a que fueron sometidos, hasta que al fin los cortaron la cabeza. El último decapitado fue Fray Felipe. A las profecías añadía el Santo los milagros. Un día predicaba en una aldea. Todos los habitantes de ella estaban ansiosos de oír sus elocuentes sermones. Ninguno quería privarse de verle y escucharle. Una pobre mujer, atraída por la fama del predicador, se determinó a dejar un niño pequeñito que tenía solo en su cunita, a fin de poder saborear ella con toda tranquilidad el sermón de Fray Antonio. Mas al vol– ver a su casa, se llenó de espanto al ver que su niño, envuelto entre los cobertores, se había asfixiado. Desolada la mujer se fue a presencia del Santo, e imploró su ayuda, a fin de que Dios tuviese de ella misericordia. Fray Antonio se compadeció de su dolor de madre, y le dijo hasta por tres veces: -Vuelve a tu casa, que el Señor tendrá piedad de ti y te concederá el favor que solicitas. Creyó la mujer en las palabras del Santo y, al volver a su casa, se llenó de inmensa alegría al ha– llar vivo al niño que había llorado muerto. Algo maravilloso es igualmente lo que se cuenta que el Santo hizo con un joven. Este oyéndole un

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz