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XI .Ák)NTPEUER. UN NOVICIO ROBA AL %SANTO SUS AARE.PE.NTrDO A CAUSA DE. HOIQ~I– GLE. VISION. POR TIERRAS DE FRANCIA Nuevos caminos se abren a la actividad apos– tólica de Fray Antonio. Rímini, Vercelli y Bolo– nia ya quedan perfumadas por las flores de su san– tidad y la siembra de su palabra evangélica. Mas, después de una breve estancia en Bolonia, fue en– viado a Francia por los superiores en una misión delicada. El Sur de Francia estaba por aquella época in– festado por la herejía de los albigenses. Estos he– rejes pretendían resucitar el antiguo Maniqueísmo. Negaban muchos de los dogmas de la fe católica.

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