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APENDICE 201 Es conveniente, para hacer con mayor fruto los trece martes, durante este tiempo vivir con mayor fervor y re– cogimiento, practicar alguna mortificación · y, sobre todo, ejercitarse en la cáridad, por ej,emplo : dando alguna li– mosna para el Pan de los Pobres. El Pan de los Pobres Una de las devociones antonianas más extendidas es, sin duda, la llamada El Pan de los Pobres. Su origen radica, ante todo, en el amor que el Santo tuvo a los pobres ya desde su niñez, cuando iba con su madre a visitar a los pobres para hacerles sus limosnas. A fines del siglo XV, apareció una imagen de San Antonio que 11ecuerda la prác– tica de esta devoción. Es una pintura del famoso Pin– turicchio. La imagen representa al Santo con un libro so– bre su diestra y sobre el libro un pan. No se sabe el ori– gen ni el fin de ésta pintura, pero se supone que ya por aquellos tiempos se practicaba de alguna manera la devo– ción del Pan de San Antonio. Mas el origen de esta devoción antoniana, tal como ahora se practica, no pasa de 1888. Había en Tolón una joven llamada Luisa Bouffier, sumamente piadosa y gran devota de San Antonio. Había prometido hacerse religiosa, pero se halló en la imposibilidad de realizar su promesa. Viéndose obligada a vivir en el siglo, se dedicó por com– pleto a las obras de caridad. Tenía un pequeño comercio, de cuyo producto sacaba cuanto necesitaba para atender a las necesidades de su familia. Un día, se le estropeó la

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