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APENDICE - PRO.GRAMAS Y DISCURSOS 285 .ción de mi espíritu sea inmensa al estar en presencia de estos dos Dignatarios de -la Iglesia y colocar la Primera Piedra de esta Capilla doblada Escuela, en homenaje de amor? Yo no tengo para qué desta– c;ar en este momento solemnísimo la labor persistente de los Misione– ros de Cristo, que no tienen otro afán que el de acercar los hombres a los cielos y poner en las heridas del corazón el vendaje nazareno .. . Tampoco tengo para qué decir que la linea de conducta de mi Gobier– no no se ha apartado un ápice de las directrices señaladas para que la Iglesia y el Poder Temporal sean como los ejes de la sociedad y' de los pueblos. Mi administración -y no podía ser ,de otro modo- ha puesto un singularísímo empeño en colaborar con la Iglesia en el des- . arrollo de sus funciones trascendentes. Porque un Gobierno, porque un pueblo que pierda la noción de lo Divino y no cuente con las inspira– ciones que arrancan de la civilización cristiana, ese G9bierno y ese Pueblo están condenados a desenvolver una -labor materialista, sin la elevación espir i tual que da la tónica y el relieve en las evoluciones de la Historia. - Señores: Al colocar la primera piedra de esta Capilla-Escuela, ,hago votos muy sinceros por que esta obra piadosa esté pronto represen tando un JW.so más de progreso en esta tier ra querida .. . S~ñores. Tucupita: 28 de octubre de 1944.