BCCCAP00000000000000000000746

106 VEINTJCINCO A~OS D_E APOSTOLADO --------- - portaQ.cia y mayor religiosidad los Caseríos de Coporito, 1\Iacareíto y La Horqueta. que siemprt~ han sido los más visitados por ('l Sace1·dot~. Jo.--Labor apostólica. - CiertamP.nle se ha notado siempre que el 0n tusiasmo de estos pueblos por la visila del Sacerdote, obedece, más . que todo, a la facilidad que se les br inda para bautizar a sus niños. No obstante, sienten gusto en oír la palabra de Dios, asistir al Santo Rosa– rio en la noche y én qne se enseñe a sus hijos la doctrina cristiana. A Ja Santa Misa, por más que se les explica su grandeza y valor, como tam– bién su necesidad. suelen asistir muy pocas personas, fuera de algunas señoras. j<'ivenes y niñas. Sin embargo, el día <le la fiesta suele llenarsC' la Capilla. o local donde se celebra, pues, cuando no hay Capilla. se hnce siemore en una casa particular, donde se levanta ·un altar mu:v _adornado y generalmente r'ecosido ·Je Santos . Tan grande es la dP.vo– ción a los cuadros y estampas, que no hay familia que no tenga su :1Har particular con casi toda la· corte celestial. Son .también extraordinal'ia– mente entusiastas por las procesiones y porfiados por cargar el Santo. . Dios les premie tanta fo y tan sencilla como fP.rviente <levoci6n. ?.o- Medios para f omenlar la vida religiosa. .- Los medios de qu<' se vale -principalmente el Sacerdote en su visita a estos caseríos son: n) la Santa Misa: h) la rmsefianza del Catecismo a los niños. ora en la Capilla a una hora determinada, ora e n la -esct~ela, de actiei·do con la Maesll'a, y el canto religioso, sobre todo -los cánticos sencillos y tiernos a la Stma. Virgen, a l Sagrado Corazón de J esús y otros populares, que !-ttelen dejar un sabor muy agradable en los nüios, ya que por mucho !iempo, después de ausentarse el Padre, los suelen tararear por la calle; e) la predicación a los adultos, que generalmente la oyen con mucho respeto y atento oído; d) ias Primeras Comuniones, preparadas de an– t"emano y de acuerdo con el Padre, por las Maestras, o por alguna per– sona más piadosa e interesa·da, cuando no hay Maestra. Para estas Pri– meras Comuniones suele el Padre pasar unos días, antes <lt! la fiesta, en el caserío, a fin de preparar mejor a los niños y examinarlos para dicho acto. Es el <lfa mhs solemne, ya que todo el puchlo toma parte 0:.:11 la Mis::1 y en la procesión, r esaltando los blancos vestidos de los ni– ií0s y los ángeles simbólicos, que suelen acompañarlos. Estilan tam– bién, como preparación inmediata, hacer tres días de retiro, durante los cuales se aprovecha más el tiempo para explica"rles mejor los Sacra– mentos que van a r ecibir y las condiciones necesarias para ello. La importancia de estas Primeras Comuniones es muy gran·de. pues con tal motivo se obligan otras personas, buenas pero poco acostumbradas, a comulgar, y los misinos nifíos quedan con el gusto de repe_tir su Co– munión todor-; lm, días mientras permanece el Sacerdote en el pueblo,

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz