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• If--VIDA RELIGIOSA ·e iy ·_'LQ$ CASERIOS . Hasta aquí nos hemos ocnpado solan;iente del desenvol:vimiento de 1a vida religiosa y me<li~s emplead.os par.a fomentarla dentro de la po– .blación de Tucu'pita; aünque muchas· v·c~es fiemos tciado puntos. refe- rentes también a los case'ríos. · ' · · · · Por lo que hace relación a los afios un tes de la llega·da de los: Pa– dres• Capuchinos, los caseríos existentes, como los que se iban formando– ª lo largo del Orinoco, siguie"ro1i Stlerté 'parej U 'cori ·Tucupita, y ~lgunos mucho peor; puesto que nunca fueron vi~itados por -~l Sac.erd9te, según s.e· desprende d\! los ½ibros Parrociuil,\les. . . . Corriendo el afio 1919, f echa·memora.ble en que ·empiezan ~ enrum~ barse las cosas por otro~ m~y diversos ,caminos, los Pad1'es no-perdieron tiempo n i ocasi.ón para llevar ha~ta allá el. Evangelio. H.edén llegado el P. Arcángel, nos refiere la Srta. Barroeta, hizo -una excursión•a Santa Catalina a fin 4e ct;l~_bra.r la ~i.c.sta palr<;mµl. !;>e conserva. un detalle muy significativo de cómo andaban· lás. cosas ·de fe cristiana por ~llá,i pues terminada Ja Santa Misa, en Ju que no faltó el sermón ;eonvenieute, y hechos los bautizos, la ''parranda" que se formó fué enorme; el desba– rajuste catisado por los "gallos" y · más qué 'tod9 · poi' la bebida, que nunca puede faltar, debjó llegar al v~rtice, l!nes el Padre Valdavi~l::i hubo de pasarse todo el día sin probar bocado y sin que nadie le ·dijera siqüiera como se encontrnba; gracias a que un pa.isano .de él, con el que tuvo ·ocasic'm de verse; le llevó u su casa 'y ·1e ate"ndió ·caballerosamente. Así· nos lo cuenta la Srtn. Barroeta. Sabemos dél misino modo que el P. Samu~l. al termiuar en jubo las clases del Colegio que r egentaba, hizo' una impor.tantísima excursión lk.gailéfo nadá menos qüe hasta San José ·de Amacuro. Sentimos no se conserven detalles de esta famosa excursión, que debieron ser singula– res y apropiados para unu leyenda·. Y así continuaron y n r ~corricnrlo todos los años y con más frecuencia, según )o permitía el personal. los diferentes casP.ríos diseminados oor el Della: Verda<l que hasta 1936, más o menos, se hacía mucho más difícil por· falta de transJ?orte, no ,r:xistiend~ más que la típica "cu:rüira" d~ los, caños qu~, bogan~o,_ bo– gando, llegaba por fin al desti'rio sín_ ·alardes de cómodida·d ni"de rapidez. Por este entonces, siendo Gobernador · el General 'J. M. Oso-rio, gran apreciador ·y · fa·vore~edor de nuestra ohra, el- Misionéro · llevaba una carta del mismo para los Cornisario"s de· ~ada lugar, en lá cu~_l se indi-. caba a c·ada uno la buena atcnCÍón que <lebíaú pres~ar al Sacer ~ote Y la ·orderi: de J~acerlo conducir a 'o'tr.a {:omisaria inmediat~. cosa que cum– pÍía:n li. 1a·s ·mil 1rtaravillas y eón" muy venti:ij os.as Ü1d1idades· . p_ll~a . el ap'osfolad·o. · Otra~ v~ces venían a búscarfo pÓr sú cri~·n ta .pártl nacer· los batitizds o célebrat"lá" fiesfa pafro·n ul, 'so'hr ésa'.Henoo en ·esto po·r su .im'~:

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