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c10n religiosa, o por ambas cosas a la vez, lo cierto es que al principio eran muy contadas las personas que asís-. tían a la iglesia. No había campanario ni campanas; mas los padres se dieron traza bien peregrina para convocar a los fieles: los sábados, de tarde, salía el hermano lego con una campanilla en la mano y, agitándola, recorría las calles, advirtiendo a todos que el día siguiente era de precepto, debían abstenerse de obras serviles y oír la santa Misa con recogimiento y fervor. Algunos, por gra– cejo o por burla, se le encaraban diciendo: -Hermano, ¿ es usted el cabo de cita? A lo que el hermano lego contestaba sin inmutarse y con una inclinación de cabeza : -De nuestro Señor. Y seguía pulsando la campanita. No diré yo que su sonido caía como sirena de alarma entre los deitanos; pero sí fue un toque de gracia para muchos, que aún bendicen a la campanilla y al vocero. 8.-ESTE POLLO ••• -Con la constancia en este ardid -continuó el Obis– po-, con la predicación dia1-ia, buen ejemplo y p r o– paganda religiosa, lograron incrementar la piedad. Fue el alma de todos estos trabajos el padre Samuel de San Mateo (1 ), párroco de excepcionales dotes, misio– nero de elevada talla, religioso de conducta ejemplar. Venerábanle los fieles, queríanle los indios y admirában– le los religiosos. De constitución rohusta, salud a toda (1) Nacido en . San Mateo (Santander, Es¡:,aña) el 21 de julio de 1887, recibió el hábito Capuchino el 31 de julio de 1902 y la ordenación sacerdotal el 1 de junio de 1912. Después de trabajár en la Misión de Puerto Rico pasó a la del Caroní, al ser eregido este Vicariato, y falleció el 21 de diciembre de 1931. 23