BCCCAP00000000000000000000745

inservible? ¿Pol' qué no tratas de comunicarte con Ciu– dad Bolívar? -Lo he pensado, padre. Si estuviera útil, sería eso un milagro más grande que el que no hayamos muerto nosotros. -Bien; mas trata de localizarlo. Que no se nos quede por hacer esta diligencia. Le ayudamos los demás en la ardua empresa. Apare– cen los auriculares; no se encuentra el manipulador; el hilo de la antena está rnto; lo demás es masa informe. - - ¡Imposible! Nada se puede hacer -dijo Fuenma– yor soltando los autensilios que tenía en la mano. ---¿ Y en Ciudad Bolívar saben de nuestro accidente? - le pregunto. -Creo que no. -¿,No comunicaste el inminente peligro? -Sí, padre; mas no contestaron, Supongo que no es• tarían entonces sobre el aparato. -De todas maneras... -dije reflexionando-, Hemos caído a las diez y media. Son ahora las once. Dentro de media hora empezarán ya a alarmarse al vei- que el avión no aparece sobre el campo de Tumeremo ni lo– gran ponerse en contacto con él. Así que esta tarde vo– larán ya sobre nosotros aviones de rnconocimiento, y ma– ñana, con seguridad, tendremos aquí el auxilio por tierra. Ahora lo que nos urge es bucar agua ; agua para bebe1· y lavar las heridas. ¿ Podríais hacer los dos una pequeña salida en busca de algún arroyuelo? Yo me quedaré aquí cuidando de los enfermos. Salazar y Fuenmayor se ofrecieron. --Perfectamente; pero mucho cuidado 1 porque en es– ta selva tan densa es facilísimo perderse; algo conozco yo de ella. 239

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz