BCCCAP00000000000000000000745
Consagración, que hacen descender a Jesucristo sobre lu– gares que El nunca ha visitado. De Uonán emprendí el regreso al Tiriká, lo cual me llevó tres días a todo remo. Otros tres empleé siguiendo Caroní abajo con escalas en la boca del Pakará, Chiriká y Urimán, ríos que le caen al Caroní por su margen derecha, no encontrando en todo ese trayecto más que agua, selva y maleza. Como la meta de mi exploración estaba alcanzada, enderecé la proa hacia la casita misional remontando los ríos Caroní y Til'iká, volviendo a dar algunas catequesis a los indios que antes había visitado, y después de nue– ve días de marcha forzada entré en el caserío de Uonkén el 6 de noviemb1·e, a las cuatro de la tarde. Grande fue la alegría de los uonkeneños al verme de nuevo; grande fue su admiración al oir los relatos de mi viaje, las peripecias del camino, el encuentro con los indios, los animales y pájaros que matamos, las vueltas y revueltas que dimos... , porque para estos indios no hay cosa de mayor interés que los relatos viajeros, y si se cuentan con toda minuciosidad, pelos y señales, hasta referir las veces que estornudamos, los respingos que hi– cimos, las lagartijas que asustamos, mejor que mejor. 7.-LA DANZA DEL PARICHARA. El capitán quiso celebrar mi regreso, y, como tenía kachirí en abundancia, dispuso un baile de Parichará, que a los súbditos les cayó como pedrada en ojo de bo– ticario. Inmediatamente se fuernn a la montaña a cortar pal– mas de moriche para hacerse los vestidos y sombreros. 218
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz