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su sombra (Le 1, 35). Si estas palabras se leen según sus resonancias veterotestamentarias no se encontrará en ellas más que una referencia a la «fuerza activa de Dios», al «dedo de Dios», al Espíritu de Yahveh. Pero, leídas des– de la revelación posterior del NT y desde las ideas de Lucas acerca del Espíritu, la inten– ción de aludir al Espíritu Santo se ve clara. · La proclamación «pública» de Jesús corno Mesías y la inauguración «oficial» de su acti– vidad mesiánica tiene lugar en el Jordán, cuan– do Jesús sube a ser bautizado por Juan. En– tonces «se abriá el cielo y descendió el Espíritu Santo como una paloma sobre Él y se oyó del cielo una voz: Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco» 4. Esta investidura de Mesías y su proclamación ante el pueblo hecha desde el cielo, se realiza bajo la presencia e influencia del Espíritu Santo. En seguida «Jesús, lleno del Espíritu Santo, se volvió del Jordán y fue llevado por el Espí– ritu al desierto» Le 4, 1). En el desarrollo posterior de la obra mesiá– nica también encontramos a Jesús obrando bajo el impulso que recibe de] Espíritu del Padre, corno Él lo llama con frase delicada– mente cariñosa. Los milagros, el poder mara- 4. Me 1, 10-11. Cf. Le 3, 21-22 y Mt 3, 16-17. 17 Vill-Conf - 2