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5. La Iglesia y el misterio de Cristo. La Iglesia es el misterio de Cristo continuado en el tiempo y en el espacio. Más en concreto la Iglesia es la continuación del misterio pascual hasta la consumación de los siglos. La Iglesia es el recinto sagrado elegido por Dios para encontrarse con el hombre. La Iglesia, a semejanza del hombre-Dios, está llena de la santísima Trinidad; y sólo en ella está Dios 45 • Por eso el hombre que quiera encontrarse con Dios ha de llegarse a la Iglesia. Este encuentro del hombre con Dios en la Iglesia es unh auténtica continuación del encuentro sustancial realizado en la unión hipostática. El encuentro Dios-hombre se verifica en Cristo y en la Iglesia. Pero en tales casos el «hombre» puede equi– valer a la humanidad. Hay que determinar más en con– creto cómo cada individuo humano se halla interesado y presente en este encuentro. Tal encuentro se verifica en forma imperfecta en este mundo y en forma plena en la vida eterna. 6. Encuentro inicial en esta vida. En el estado de peregrinación y de prueba en que vive el hombre en este «siglo», el encuentro con Dios se verifica a través de los velos de la fe y de los signos sacramentales. Por ello no es más que un encuentro pre– paratorio, inicial, inseguro, incompleto e imperfecto des– de cualquier punto de vista. 45. ORÍGENES, Select. in Ps. 23, 1; MG. 12, 1265. Cf. s. TR0MP, De Spiritu Sancto Anima Corporis Mystici, en I Testimonia selecta a Patrilms Graecis, Roma 1932, ;:,. 23, nr. 16. 89

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