BCCCAP00000000000000000000740

Cristo, por Cristo, para Cristo el hombre es escogido y realiza el encuentro con Dios. Jesús es el encuentro sus– tancializado y encarnado de Dios con el hombre. La cristología se nos ofrece así como lo que realmente es: el centro de la teología entera. Germen, condensación y cumbre de nuestra teología al mismo tiempo. La doc– trina ya estudiada sobre Dios recibirá en Cristo su cla– ridad definitiva; porque, según indicábamos, el que Dios sea un Dios para nosotros, un Dios con nosotros, recibe una certidumbre casi experimental y tangible para el cristiano mediante el hecho de que el Hijo de Dios se entregó a la muerte por nosotros. Igualmente, la afirma– ción de que la creación entera tiene un sentido religioso y de que especialmente el hombre es un ser para Dios, logra su expresión dramática e intensa cuando Jesús, el hombre asumido por el Verbo, se ofrece a sí mismo al eterno Padre. Al lado de Cristo su hijo encontramos nosotros a María y el misterio de Maria todo entero. María está al lado de Jesús para traerle al mundo, y para llevarnos a nosotros al encuentro con Dios en Jesucristo. También Ella colabora en este encuentro al ládo de Jesús y con actividad medianera del todo similar. Por otra parte María, no ya en su función de medianera, sino en su mismo ser sobrenatural, ha de ser estudiada como la criatura que, en forma ejemplar y perfecta, realizó el encuentro con Dios por su Maternidad divina y por todo lo que ésta supone e implica en el orden sobrenatural. 88

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz