BCCCAP00000000000000000000740

VIII. UN PUNTO DE VISTA PARA LA TEOLOGÍA K.ERIGMÁTICA Ya dijimos que el oyente a quien tiene delante la teología kerigmática es el teólogo que se prepara para la acción apostólica. El problema de una exposición kerigmática de la teología sería pues este: ¿ Cómo pre– sentar las verdades teológicas en forma asimilable, interesante y práctica para los «ministros de la Pala– bra»? Hoc opus, hic labor est... La orientación kerigmática ha de ser por su misma naturaleza un poco variable, dependiente de la elección, de las necesidades del momento histórico y de la fina– lidad inmediata que se pretenda. H. Rahner, en su Teología de la Predicación, ofrece su peculiar visión kerigmática de las verdades reveladas. Lercher y Schmaus, sin aludir a la «kerigmática», también adop– tan un procedimientq peculiar con la intención de que la exposición del dogma católico se adapte lo más po– sible a las necesidades de la vida de la Iglesia y del apostolado. Una forma sugestiva de orientar la exposi– ción de los principales dogmas cristianos hacia la vida espiritual de los fieles y de la Iglesia, la ofrece O. Sem– melroth en su obra Gott und Mensch in Begegnung 43 , Las verdades teológicas fundamentales son presentadas como expresión de un encuentro, de un diálogo de amis– tad entre Dios y el hombre. Diálogo en que Dios nos habla de sí mismo y de nosotros, para que podamos hablarle convenientemente a Dios sobre lo que Él es para nosotros y sobre lo que nosotros queremos ser para Él. 43. Hay trad. castellana, cf. n. 34. 80

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz