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pregón de salvación en su forma cristiana definitiva reza así: la salvación de Dios llega hoy a vosotros, her– manos, en Jesús, a qu,ien vosotros crucificásteis, pero Dios le constituyó Señor y Cristo resucitándole de entre los muertos: nosotros somos testigos. ¡•Arrepentíos y creed esta buena nueva (euangelion)! 13 A través de estos textos y otros que pudieran reco– gerse, podemos ya señalar las características más cons– tantes del kerigma primitivo del NT: El kerigma, re– sume Retif, es la proclamación pública y solemne de que nuestra salvación está en Cristo, muerto y resucita– do, proclamación hecha por el mismo Dios o en nombre de Dios, y acompañada de tales señales, que arrastren a los hombres bien dispuestos a la conversión. 14 Según esto, podemos distinguir en el kerigma del NT dos mo– mentos decisivos: a) En un primer momento el enviado de Dios, el pregonero del gran Rey, proclama en voz alta y jubi– losa, la noticia de que Dios llegó ya a salvarnos, que hemos entrado en la salud de Dios que nos viene en Cristo muerto y resucitado. ¡Dios nos ha salvado en Jesús, el Cristo! b) En un segundo momento, el hombre, estreme– cido de alegría por esta buena nueva (y de temor ante el juicio de Dios) comienza a preparar sus caminos al Señor, según frase bíblica, por medio de la penitencia, de la conversión del corazón. Bajo el impulso de la pa– labra y por fuerza de la gracia, toma una decisión reli– giosa: se entrega a Dios que le ha salvado en Jesucristo, por medio de la fe y de la caridad. 13. Act 1, 36 y ss; 2, 13-21. Reóne los textos de los Hechos sobre el kerygma, RÉTIF, art., cit., p. 917. 14. RÉTIF, Qu'est ce qu'est le Kérygme, p. 913. 25

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