BCCCAP00000000000000000000740

de L. Pelayo Arribas, Rialp, Madrid 1957. Excelente ayuda para una asimiiación kerigmática del dogma católico. Cf. p. 18. M. SCHMAUS, Teología dogmática, trad. castellana, Rialp, Yla– drid 1959-1961. 8 vol. Podría s;.r el primer manual de teolo– gía vivificado por la kerigmática, ya que, sin mencionarla, muchos de sus tratados cumplen los postulados del movimien– to kerigmático. O. SEMMELR0TH, S. I., Dios y el hombre al encuentro, trad. cas– tellana de C. Ruiz Garrido, FAX, Madrid 1959. A. M. HENRY, O. P., Iniciación Teológica (en colaboración), trad. castellana por los padres dominicos de Caldas de Besaya, Her– der, Barcelona 1957-1961. 3 vol. Sin pretender hacer teología «kerigmática», puede ayudar en este sentido por su ordenación práctica y pastoral. M. J. SCHEEBEN, Los Misterios del Cristianismo, trad. castellana de A. Sancho, Herder, Barcelona ª1960. Precede en más de medio siglo a la kerigmática; pero resulta actual en este sentido, por ofrecer una síntesis honda, jugosa y vital de la economía de sa;lvación y de cada una de las realid.adsi¡, y misterios cristianos. K. RAHNER, S. I., Escritos teológicos, trad. castellana de Edic. Taurus, Madrid 1961-1962, 3 tomos. Importantes sugerencias kerigmáticas en los principales problemas teológicos. 13. HXRING, La Ley de Cristo. La Teología moral expuesta a sacerdotes y seglares, trad. castellana de J. de C. Salazar, Herder, Barcelona 2 1961. 2 vol. Una exposición kerigmática de la teología moral cristiana, según dice el autor, vol. I, p. 31. A. KocH-A. SANCHO, D.ocete. Formación básica del predicador y del conferenciante, Herder, Barcelona 1952 ss. 8 vol. Obra dirigida a los predicadores; pero que contiene valiosas suge– rencias para el teólogo kerigmático. 99

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz