BCCCAP00000000000000000000739
LA LEY DE LA FRATERNIDAD Es la única ley válida como actitud, como criterio y como comoortamiento. Quien toma en serio la fra– ternidad se convierte en despojado voluntario, dispues– to a que todos lo "expropien" sin exigir nada a cam– bio. Pero, en definitiva, lleva la razón y acierta aunque aparentemente salga muchas veces perdiendo. No importa que la mentalidad profana defienda sus fueros de egoísmo, utilitarismo. "aprovechismo" y cla– sismo. Es no,..mal y lógico que así sea. En rigor, de te– jas abajo triunfan los egoístas que se lo reservan todo para sí. Cada uno se defiende como puede y ésta es la razón de que muchas veces lc-s verdaderos valores quedan relegados a un segundo plano mientras que los poderosos, los fuertes y los hábiles se encaraman a los puestos rentables. No se repara en medios para escalar los puestos de prestigio porque, de tejas aba– jo, llevan ge,eralmente consigo el dinero, las influen– cias y el bienestar. En un mundo que antepone la materia al espíritu, las apariencias a la verdadera caHdad interior, el dine– ro a la inteli;:¡encia y al sentimiento, la fraternidad tie– ne poco que hacer. Y si se buscan los valores materia– les a toda costa, la fraternidad queda malherida porque se ve en el prójimo no al hermano sino al rival, al com– petidor, al eriemigo. De este modo, la dura lucha por la vida enfrenta a los hombres y a los pueblos y se lle– ga a situaciones conflictivas que degeneran en el odio y en la violencia. . En esta oerspectiva de enfrentamiento en que se 41
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz