BCCCAP00000000000000000000739

-con el demagogo que conmueve las masas con los latiguillos de la promoción social, de la lucha de clases, del "compromiso temporal". -con los subversivos que luchan por norma contra el poder temporal y religioso. -con los que se oponen sistemáticamente. al orden político o religioso establecidos. La Cruz desfiguró a Cristo hasta el punto de borrar de El la figura humana. Pero, al verlo en la Cruz fue cuando arrastró al soldado a la profesión de fe: "Real– mente éste era el Hijo de Dios". La verdadera derrota de Cristo es presentarlo tan desvaído, tan a ras de tie– rra, tan pequeño que no puede atraer a nadie. El Dios viviente queda rebajado cuando se intenta "descubrir– lo" y presentarlo al mundo desde una plataforma exclu– sivamente humana. La fe se apaga a veces porque da la sensación de que Dios duerme y que vive al margen de los proble– mas inquietantes del hombre. El hombre se siente como en el aire y se apega a la tierra por instinto de conservación. Se le hace duro admitir un Dios que no interviene como debiera cuando existen tantos males, tantas desgracias, tantas injusticias en el mundo. Y pregunta: pero ¿es que Dios no ve o no oye? Es la hora amarga en que se nota la propia impotencia. Es la hora de gritar como Pedro: "Señor, sálvanos que pe– recemos". La hora de pedir humilde y confiadamente: "Creo, Señor, pero aumenta mi fe". La fe se apaga también por falta de ejercicio. La fe es vida y necesita una ejercitación permanente, un cul– tivo amoroso, una atención intensa para florecer y para dar frutos. La fe de muchos se resquebraja por falta de ejercicio, diríamos por abandono. En el fondo, se es 28

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz