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pone. :...os padres deben ser tenidos como los mejores amigos. Y así brota espontáneamente la confide'lcia, el diálogo y la amistad. -Veraciaad. Les padres no deben mentir jamás, sobre todo cuando son directamente pregunta– dos sobre los misterios de la vida y sobre sus creencias religiosas. El "angelismo" por una parte y el puritanismo por otra malconforman la conciencia de los hijos. Los hijos deben presen– tar la cara y decir la verdad aunque les resulte más cómodo a veces· "inventar". -Amor mutuo que necesita una proyección tan– gible. No basta el hecho de que el padre se esté quemando por la familia. La familia necesita in– numerables detalles paternos, como su presen– cia, su abertura al diálogo, su consejo. La ma– dre que gasta su vida en la oscuridad del hogar ha de demos:rar que se siente dichosa con los suyos. Los hijos tienen que demostrar su amor con el cumplimiento honrado del deber y con una gozosa vinculación a la marcha de la fami– lia en ,odos sus detalles de presencia, conviven– cia, interés, etc. Con la puesta en acción de estos puntos progra– máticos, la familia es E~I ideal de la convivencia. Luego • no necesitamos más que ampliar los horizontes pa– ra ver que todos los hombres somos una inmensa fa– milia y que todos somos hermanos. El mundo nuevo tiene que llegar por este camino. 205