BCCCAP00000000000000000000739

tre de limitacines, fallos y miserias. Aceptación de "esta persona concreta", que no es ángel si– no hombre. -Deseo de que los demás sean lo que deben ser. El hombre es un "proyecto" en los designios de Dios. La familia, como unidad dinámica, debe colaborar para que ese proyecto divino se reali– ce en cada uno de sus miembros. La tarea más urgente de los padres es educar integralmente a sus hijos en esta línea. Padres e hijos deben buscar afanosamente, confiadamente la verdad, no por separado, sino como cuerpo armónico Padres e hijos deben proponerse en mesa redon– da los problemas que los afectan para esclare– cerlos y solucionarlos "como familia y en fami– lia". -Conocimiento profundo de los demás, es decir, de todos y de cada uno de los miembros de la familia. Lo más cómodo para los padres es adop– tar posturas vagas de tolerancia cuando lo que se impone es tratar a cada hijo en conformidad con su peculiar forma de ser. No se puede em– plear el mismo método pedagógico con todos porque cada hijo es un mundo aparte. Unos reac– cionan ante la mirada paterna y otros necesitan un cuidado más enérgico. En la base de la edu– cación está el respeto a la forma de ser de cada uno. -Responsabilidad para exigir a cada uno lo que puede dar de sí sin miedo a comprometerse. Los padres no pueden consentir que sus hijos se queden a medio camino: al hijo inteligente hay que exigirle que rinda al máximo. No se puede 202

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz