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bar con el segregacionismo, con la injusticia y con la "opresi:5n". MIST!CA - POLITICA, un "dos" o un "uno". Todo de– pende de cómo se entienda la mística. La acción política es también una mística de encarnación. La acción es también oración cuando se actúa con rectitud y desprendimiento en favor de los débiles y de los oprimidos. Lo que esperan los hombres de hoy no son hombres enclaustrados al margen de su problemática humana y social, sino hombres comprometidos que se esfuercen por comprender y vivir sus propios problemas. LIBERTAD - OBEDIENCIA es un "uno". La verdadera crisis es de "autoridad", no de obediencia. Las for– mas auto--itarias están en decadencia y hay que buscar para gobernantes y superiores hombres que sepan resoetar los derechos de los súbditos, abier– tos y comprensivos, más que superiores "amigos". El. autoritarismo es una ofensa a la dignidad huma– na. POBREZA- BURGUESIA tiene que ser un "uno". Hay que sentir con el débil y procurar por todos los me– dios posibles -hasta con la violencia si es nece– sario- lf berar al hombre de su pobreza. Los culpables de esta situación inhumana- falta de condiciones mínimas de trabajo, vivienda, cultura, participación en la vida pública, etc.- son los ca– pitalistas que han caído en el aburguesamiento. TRABAJO - P=lOPAGANDA tiene el color de los visi– tantes. Se acabó aquello de que la buena tela en el arcón se vende. Hoy, para vender, hay que expo– ner el arHculo en los grandes almacenes con anun– cios luminosos oara llamar la atención y estimular la curiosidad. Hay que ser realistas y servirse de los 177