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• La teología "tradicional" está formulada en un molde de filosofía que no ~rve para el hombre de nuestro tiempo. El mismo dogma debe inves– tigar nuevas formulaciones -nás acordes con la mentalidad del hombre de hoy. -La moral tradicional era excesivamente morali– zante y casuística. Hoy la moral debe ser, ante todo una teología de la perfección y del amor. Debe responder en concreto al hombre de hoy con sus problemas nuevos y "adaptarse" a la situa- , ción actual. Hay que hablar menos del pecado, empezando por la revisión del mismo concepto, y hablar más de la sinceridad, de la justicia y del amor. Esta es una moral "más auténtica". -Pedro es infalible, en cuant:) que es cabeza de Ía Iglesia que es verdadero titular de la especial asistencia divina. Pedro está en función de la Iglesia para apacentarla, pero no está solo. El · poder -que es un servicio :::>astoral- debe ejer– cerse "colegialmente". (Rechazo de todas las formas autoritarias y con- • ,su/ta previa a la Iglesia antes de tomar decisio– nes que afecten al bien común de los fieles) . .-El magisterio eclesiástico -fuera de las defini– ciones "ex cathedra"- no es infalible. Por lo mismo puede ser falible y no liga la conciencia de un modo definitivo. El cr stiano consciente ha de obrar de un modo responsable y, pensadas seriamente las razones, puede formarse la con– ciencia y actuar en conformidad con ella. ( La "contestación" es legltima dentro de las normas del juego democrático). -'La Iglesia puede y debe asumir en ciertas cir- 149