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HORNO ARDIENTE DE CARIDAD 93 mundo, y yo por ellos me santifico, para que ellos sean santificados de verdad» (17). Los Apóstoles y sus sucesores serán destinados a los ·sacros ministerios y a predicar el Evangelio a toda cria– tura. Por tanto, deben participar de la santidad de Je– sús, unir sus sacrificios al sacrificio del Redentor. Jesús ruega especialmente por ellos para que prediquen siem– pre la verdad. Jesús se santifica ofreciéndose como hos– tia al Padre y en expiación de los pecados del mundo, para que los discípulos sean santificados y preservados <lel contagio del mundo maligno. Vivirán en el mundo, pero no serán del mundo; antes bien, el mundo se con– vertirá por ellos. 3. 0 Ruega por todos los creyentes. Ruega por todos los que poJ." ministerio de los Apóstoles creerán en El, o sea por toda la Iglesia, Cuerpo Místico de Cristo. Todos los creyentes, unidos por la fe y por la caridad, serán argumento de la divinidad de la Iglesia Católica. «Pero no ruego sólo por éstos, sino por cuantos creen en mí por su palabra para que todos sean uno, como Tú, Padre, estás en mí y yo en Ti, para que también ellos sean en nosotros, y el mundo crea que Tú me has en– viado. Yo les he dado la gloria que Tú me diste, a fin de que sean uno como nosotros somos uno. Yo en ellos y Tú en mí para que sean consumados en la unidad y -conozca el mundo que Tú me enviaste y amaste a éstos como me amaste a. mí. Padre, quiero que donde esté yo estén ellos también conmigo ; para que vean mi gloria, que Tú me has dado; porque me arnas antes de la crea– ción del mundo. Padre justo, si el mundo no te ha co– nocido, yo te conocí, y éstos conocieron que Tú me has (17) Jn., XVII, 6-19.

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