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HORNO ARDIENTE DE CARIDAD 47 ARTICULO III El Sagrado corazón y el Papa (28) La Cabeza invisible de la Iglesia es Jesucristo; la Cabeza visible es el Papa, que es el dulce Cristo en la tierra. Jesús concedió el primado a San Pedro y el Papa es el sucesor de San Pedro en toda la Iglesia católica (29). Tiene el primado no sólo de honor, sino también de ju– risdicción sobre todos los fieles y Obispos del mundo. El Papa es infalible en las materias de fe y de costumbres, cuando habla ex cathedra, es decir, como Pastor y Doctor universal a todos los fieles. Este dogma fue definido en el Concilio Ecuménico Vaticano I en 1870 (30). El Papa tiene la asistencia del Espíritu Santo para gobernar la Iglesia: una, santa, católica y apostólica. El Corazón divino protegerá siempre a su Vicario en la tierra y le dará luz para gobernar al pueblo cristiano extendido por todo el mundo. Nuestros deberes hacia el Papa son amarle como Padre de nuestras almas, Pastor supremo que nos cuida y guía. Obedecerle en todo lo que nos manda; quien escu– cha al Papa escucha a Jesucristo. (28) La palabra «Papa», según algunos, se forma de las iniciales de la siguiente frase: «Petrus Apostolus Princeps Apos– tolorum». Según otros. de las sílabas iniciales de «Pater Pa– trum», Padre de los Padres. Según el origen griego, la voz «Papa» quiere decir Padre. (29) DENZ., 1825. (30) DENZ., 1839.
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