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HORNO ARDIENIB DE CARIDAD 43 Al Cuerpo Místico de Cristo, como hemos dicho, se le puede considerar bajo dos aspectos: externo e interno. El externo, visible, que consta de todos los elementos de una sociedad perfecta, que se manifiesta en la multitud de miembros que la componen y los actos externos que lo constituyen, el culto, la profesión de fe, los súbditos, la jerarquía, la doctrina, etc. Por esto se le compara a una viña, a un campo, a un redil, a una familia, que son elementos visibles. El aspecto interno, que es invisible y sobrenatural, es la vida de la gracia que nos une con Cristo ; es el reino espiritual ; es la unión de todas las almas por la gracia. Es la vida de Dios en nosotros que se nos comunica por el Espíritu Santo, que se llama el Alma de la Iglesia. Este es el elemento unificador y santificador por excelen– cia. En fin, la Iglesia es una sociedad perfecta visible e invisible instituida por Jesucristo para la salvación del género humano. Por la Iglesia Jesucristo continúa vi– viendo entre nosotros como Cabeza del Cuerpo Místico y Perenne. Relación del Sagrado Corazón con la Iglesia Jesús es el Fundador de la Iglesia, quien la dio fina– lidad, medios y estructura. Además, procedió del costado de Cristo como una nueva Eva. La herida de su Corazón es como la puerta por la cual entran en el arca de sal– vación las gentes todas del universo. El corazón es el ór– gano que impulsa la sangre del cuerpo a circular por to– das las partes. El Corazón de Jesús es el que hace circu– lar la gracia divina por todos los miembros del Cuerpo Místico. La Iglesia se .considera también como Esposa