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HORNO ARDIENTE DE CARIDAD 321 el camino. ¡ Qué insensato e ingrato fui! ¡Cuánto me extravié! Perdonadme. No más soberbia, con humilde corazón y entre humillaciones quiero seguiros y conseguir la paz y la salud. Avaloradme Vos y bendeciré eterna– mente vuestro Corazón. (Un Padrenuestro y cinco Glorias.) Dulce Corazón de Jesús, haz que yo te ame siem– pre más. III. Admiro, J:esús mío, vuestro pacientísimo Cora– zón y os doy gracias por los maravillosos ejemplos de invictos sufrimientos que nos habéis dejado. Me disgusta que en vano me reprueban mi extraña delicadeza que no quiere sufrir las pequeñas penas. ¡Ah Jesús mío!, infun– didme en el corazón un amor fervoroso y constante a las tribulaciones, a las cruces. Corazón sacratísimo de ,Jesús, ten misericordia de nosotros (11). Dulcísimo Corazón de Jesús, haz que la paz, fruto de la justicia y de la caridad, reine sobre el mundo (12). (Un Padrenuestro y cinco Glorias.) IV. Delante de vuestro mansísimo Corazón yo me avergüenzo del mío tan diverso. Yo a una sombra, a un gesto, a una palabra contraria me inquieto y me lamento. Perdonadme, Jesús mío, mis irritabilidades y dadme la (11) Indulgencia de quinientos días. (12) Indulgencia de trescientos días. Cf. Enchir. Jndulg. Preces et Opera, págs. 145-150, núms. 223-243. Typis Vaticanis, 1950. Puede verse cuándo se ganan indulgencias plenarias repitiendo estas jaculatorias. 21