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306 P. PIO M.ª DE MONDREGANES, o; P. M. CAP. III. ÜFRECIMIENTO COTIDIANO AL SAGRADO CORAZÓN Señor mío Jesucristo, en unión de la divina intención, que tú mismo durante tu vida en este mundo por tu san– tísimo Corazón realizaste las alabanzas a Dios y ahora continuamente en el santísimo sacramento de la Eucaris– tía en todos los lugares de la tierra las ofreces hasta la consumación de los siglos, yo, por todo este día, sin excluir la mínima parte, a imitación de tu sacratísimo Corazón y de la Inmaculada Virgen María, te ofrezco con todo corazón todas mis intenciones, pensamientos, afectos, deseos, palabras y obras. Corazón santísimo de Jesús, recibe todo mi ser y todo mi obrar; todas mis intenciones y actividades ... IV. CONSAGRACIÓN MISIONERA Dulcísimo Corazón de Jesús, enviado por el Padre Eterno para la salvación del mundo, Verbo Encarnado en el seno inmaculado de María, Madre tuya y Madre nuestra, Salvador crucificado y muerto en la Cruz para redimir a todos los hombre3. Yo, NN., para cooperar también por mi parte a tu obra redentora, te consagro mi cuerpo y mi alma, mis sentidos y potencias, mis tra– trabajos, mis enfermedades, mi salud, mis gozos y tris– tezas, satisfacciones y adversidades, todo cuanto soy y hago por la salvación de los hombres y en favor de las misiones y misioneros. Te pido la gracia de vivir siempre unido a tu divino Corazón en la vida y en el momento de la muerte, y el poder trabajar y cooperar de todas las maneras posibles y con todas mis fuerzas en favor de las misiones.