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304 P. PIO M.ª DE MONDREGANES, O. P. M. CAP. de carne de ,Jesús como objeto sensible de la fiesta; pues los adversarios de la devoción del Corazón de Jesús uti– lizaban el primer oficio para atacarla, diciendo que la Iglesia quería honrar el corazón espiritual y metafísico de Cristo, no su corazón carnal. Lo cual movió a la Sagrada Congregación de Ritos a encargar al cardenal Boschi otro oficio, que fue aprobado el 21 de enero de 1768, sin abolir el primero. 3. El tercero apareció en el 1928 y suplantó los otros dos. En éste se hace resaltar más la idea de la repara– ción y consagración (2). El día 29 de junio de 1929 fue aprobado definitiva– mente y extendido a toda la Iglesia universal. El concep– to que domina es el contenido en la revelación a Santa Margarita: «He aquí el Corazón que ha amado tanto a los hombres, de los cuales no recibe sino ingratitudes y desprecios. De aquí la necesidad de reparación por los delitos de los hombres ingratos» (3). C) ÜFICIO PARVO. Hay también un oficio parvo muy devoto que se puede recitar con mucha utilidad privada– mente (4). (2) Cf. MANUEL GARRIDO, Curso de Liturgia, 504, Madrid, 1961. (3) Cf. ANNIBALE BUGNINI, C. M., Le messe del SS. Cuore di Ges1,, en Cor Iesu, vol. I, págs. 61-94. RAMÓN, op. cit., t. V, págs. 161-170. (4) Cf. Preces et Pia Opera, 1899, ad A. 1928, n. 101, pág. 64; Enchir., n. 246.