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HORNO ARDIENTE DE CARIDAD 297 Con celo apostólico, como un segundo Pablo, defen– dió la legitimidad y utilidad del culto al Sagrado Corazón el Apóstol de España Beato Diego José de Cádiz, capu– chino (1743-1801). En todas las Ordenes y familias franciscanas siguió la devoción al Sagrado Corazón alimentada por escritores. predicadores, almas devotas, por las circulares de los Superiores y las Encíclicas de los Sumos Pontífices. Se promueven los Primeros Viernes, la Fiesta del Sa– grado Corazón, el Mes de Junio, las Comuniones Repa– radoras, el Apostolado de la Oración, las Congregaciones individuales, locales, provinciales, de las Ordenes. Se po– dría analizar más concretamente la doctrina y la práctica de las Ordenes franciscanas acerca del culto y devoción al Sagrado Corazón ; pero está fuera de nuestro intento. Bastan estas breves noticias para concluir que, a través de la Historia, las Ordenes franciscanas han dado una importante aportación al culto del Sagrado Corazón de Jesús. La devoción la Sagrado Corazón, como símbolo de amor, encuadra perfectamente en la doctrina cristocén– trica de la espiritualidad franciscana.

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