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288 P. PIO M,ª DE MONDREGANES, O. P. M, CAP. alguna manera cumplir día y noche la misión del Angel que consoló a Jesús en el huerto de los Olivos (49). El padre Emilio Bergh, S. J., ha formado una lista de esas instituciones, cuya cifra llega a 111 Congregacio– nes de derecho pontificio, con un total de 8.100 miem– bros en institutos clericales, 2.950 de hermanos, 50.000 de religiosas. El título no basta para discernir, pues hay institutos que no llevan con precisión el título, pero, en realidad, se dedican también a la reparación. A las Congregaciones de derecho pontificio se podrían añadir otras muchas de derecho diocesano en todo el mun– do (50). Es muy natural que los estados de perfección ofrezcan mayores facilidades para consagrarse al culto del divino Corazón; reparar por los pecados propios y ajenos; vi– vir en una vida más perfecta y en correspondencia con el estado abrazado. En la vida religiosa se pueden profundizar más las finezas del amor del Corazón divino hacia los hombres y, en especial, hacia las almas elegidas a una unión más elevada. La correspondencia puede ser más generosa y fiel, contando con menos obstáculos que los del mundo y teniendo más medios de perfección. Como pensamos que nuestro libro será leído por mu– chas personas religiosas que militan en las Ordenes Fran– ciscanas y son devotas del Seráfico Padre San Francisco, ponemos aquí capítulo especial sobre la devoción al Sa– grado Corazón de los hijos o admiradores del Heraldo del Gran Rey. *** (49) AAS., 20 (1928), 176. (50) El que desee una lista completa de todas esas Congre– gaciones puede consultar: Enciclopedia cattolica, 12 vols., Citta del Vaticano; Lexikom für Theologie und Kirche, Herz-Jesu– Ordensgenossenschaften. B. IV, 1016-1022; EMILE BERGH, S. J., La vie 'réligieuse au service du Sacré-Coeur, en Cor Iesu, t. II, págs. 459-498.

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