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HORNO ARDIENTE DE CARIDAD 275 divino gustarán de los ricos tesoros místicos que encierra su amabilísimo Corazón. Les concederá las promesas temporales y, sobre todo, la eterna, que será la posesión de sí mismo. «Yo seré tu recompensa eterna» (30). ARTICULO II PROMESAS MISIONALES (Segunda serie) Consoladoras son las promesas antes referida¡, en fa– vor de los devotos del Sagrado Corazón. Pero, además, hay otra serie de promesas hechas en favor de los pro~ pagadores de esta devoción por todo el mundo. Están sacadas de los escritos de Santa Margarita. Se suelen reducir a diez. En cierto modo, podemás llamarlas Pro– mesns misionales, en cuanto se pueden aplicar a todos los que trabajen en la salvación de las almas (31). · l.ª Los nombres de los apóstoies del Sagrado Corazó~1 estarán escritos en el Corazón divino y permane– cerán eternamente en su recuerdo. Escribía Santa Margarita en enero de 1686: «El Co– razón divino me hizo ver los nombres de muchos escritos con letras de oro en su Corazón sagrado, y que por eso no permitiría fueran jamás borrados de El. Son los nom– bres de aquellos que, animados del deseo de hacerle hon- (30) Gén., XV, l. (31) Cf. RAMÓN GAVINA, S. J., Devocionario Misional, pá– ginas 241-253, Bilbao, 1942.