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HORNO ARDIENTE DE CARIDAD 269 :a la propia siempre y en todo. Algunos prefieren la vo– luntad divina sólo suando se trata de evitar las culpas graves. Esta no es una voluntad completa ni una consa– gración total. Hijo mío, dame tu corazón (25). Cuando el hombre se lo da totalmente, vive totalmente para El. Santa Margarita y la consagración. Esta consagración total de sí mismo al Sagrado Corazón fue el alma de fa. ,devoción de la santa al divino Corazón, el cual se le. pidió a su amante y fiel discípula en una de las apari– •c:.ones. «Mi Soberano-dice-me pidió hacer en su fa– vor y por escrito una especie de testamento o donación ,entera y sin reserva, como yo ya la había hecho de viva voz, de todo cuanto pudiese hacer y sufrir y de todas las oraciones y buenas obras que en mi provecho por •otros se hubieren hecho antes o después de mi muerte. Me mandó preguntar a mi Superiora si ella quería hacer de notario en la compilación de este acto, por el cual le recompensaría abundantemente. En el caso que la Superiora se negase, me ordenó de dirigirme al padre La Colombiere. Mi Superiora consintió en la propuesta, y cuando yo presenté el acto escrito al único Amor de mi alma, El me demostró sumo gozo.>> Este acto, fir. ruado por Santa Margarita con su propia sangre, era de la siguiente manera : «Viva Jesús en el corazón de su esposa sor Margarita María, en nombre de la cual, y en virtud del poder que Dios me ha dado sobre ella, ofrezco, éedico y consagro puramente e inviolablemente al Sa– grado Corazón del adorable Jesús el bien que ella podrá obrar durante toda la vida y todo aquello que se hará por ella después de la muerte, a fin de que la voluntad (25) Prov., XXXIII, 26,