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HORNO ARDIENTE DE CARIDAD 253 aquella amargura que me obligó a reprenderles por no haber podido vigilar una hora conmigo. Durante esta hora tú harás lo que yo te enseñaré. »Oye, hija mía: no creas con ligereza a todo espíritu; porque Satanás se enfurece de rabia y quiere engañarte. No hacer nada sin la aprobación de quien te guía» (14). Cuarta aparición En ésta Jesús le pide un culto público y una fiesta es– ,pecial. Sucedió un día durante la octava del Corpus Chrísti del 1675 que, encontrándose la santa delante del Santísimo Sacramento contemplando el amor inmenso de Jesucristo, sintió un ardiente deseo de pagar amor con amor. Jesús entonces le dijo: «Tú no puedes ofrecerme cosa más agradable que cumplir lo que tantas veces te he manifestado. Mira este Corazón que tanto ha amado a los hombres y que nada ha omitilo hasta agotarse y con– sumirse en testimonio de su amor. Y en recompensa yo no recibo, de la mayor parte de ellos, otra cosa que in– gratitudes, por sus irreverencias y sacrilegios, frialdad y desprecios que tienen para mí en este sacramento de amor. Y lo que para mí es más sensible es ver que así se portan conmigo aun los corazones de los que me están consagrados. Por esto te pido que el Primer Viernes, des– pués de la octava del Santísimo Sacramento, sea dedicado a una fiesta especial para honrar a mi Corazón, comul– gando aquel día y haciendo un acto de reparación y des– agravio en satisfacción de las ofensas recibidas durante los días que estuve expuesto en los altares. Te prometo que mi Corazón se dilatará para derramar con abun- (14) Cf. ÜRSINI, op. cit., t. v, págs. 1187-1188.