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HORNO ARDIENTE DE CARIDAD 251 capaces sean también enriquecidos con abundancia y pro– :fusión de los tesoros del Corazón divino. Pero es nece– sario honrarle bajo la figura del Corazón de carne, cuya figura quería que fuera expuesta y llevada por mí sobre mi persona y sobre mi corazón para imprimirme su amor y llenarlo de todos los dones de que es capaz. Me dijo ,que dondequiera que esta imagen fuera expuesta y hon– rada El derramaría sus gracias y sus bendiciones ; que esta devoción era como un último esfuerzo de su Cora– zón, deseoso de favorecer a los hombres en estos últimos siglos de su redención amorosa, para sacarles del impe– rio de Satanás, y para ponerlos bajo la dulce libertad del imperio de su amor, que El quería restablecer en el co– razón de todos aquellos que quisieran abrazar esta de– voción» (13). Tercera aparición Jesús pide algunos actos especiales de devoción: la rl!!paración, la comunión frecuente, la comunión del Pri– mer Viernes de mes y la Hora Santa. « Un día, mientras estaba expuesto el Santísimo Sacra– mento-dice ella-;, sentí en todo mi ser un recogimiento extraordinario de todos los sentidos y potencias. Jesús, mi dulce Maestro, se presentó todo resplandeciente de gloria con sus cinco llagas brillantes como cinco soles ; de todas las partes de la sagrada humanidad salían lla– mas, especialmente de su adorable pecho, que asemejaba a una hoguera. El pecho se abrió y me dejó ver su aman– tísimo y amabilísimo Corazón, vivo foco de las llamas. Entonces me descubrió las maravillas inexplicables de su (13) Cf. ÜRSINI, op. cit., t. V, págs. 1186-1187.