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HORNO ARDIENTE DE CARIDAD 249 grado Corazón manifestó a su privilegiada esposa. Mu– chas fueron las apariciones del Sagrado Corazón a su humilde sierva. Entre ellas referimos cuatro, que son las que más nos interesan ahora. Primera aparición El día 27 de diciembre de 1673, fiesta de San Juan Evangelista, refiere la santa que, estando delante del Santísimo Sacramento, fue penetrada por la divina pre– sencia tan fuertemente que se olvidó de sí misma, de todas las cosas y del lugar donde se encontraba, y se abandonó en las manos del espíritu divino, entregando su corazón a la fuerza del amor. «El me hizo descansar por largo tiempo sobre su amoroso pecho y me descubrió las maravillas de su amor y los secretos inefables de su Co– razón ... » Jesús le dijo: «Mi Corazón divino está tan apasionado por los hombres y por ti particularmente que, no pudiendo contener por más tiempo las llamas de su ardiente Caridad, es necesario que lo comunique por tu medio y lo manifieste a los hombres para enriquecerlos de los preciosos tesoros, que te descubro y que compren– den en sí las gracias santificantes y saludables, necesarias para librarse de la perdición. Te he escogido a ti como un abismo de indignidad y de ignorancia para el cum– plimiento de esta grande empresa, a fin de que todo sea hecho por mí.» Continúa después una de esas ceremonias simbólicas que suden verificarse entre Dios y sus fervientes esposas. Jesús tomó el corazón de la esposa y lo metió en el pro• pio adorable. Lo sacó como una llama ardiente y se lo restituyó diciendo: «Hasta ahora tú te has llamado mi