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HORNO ARDIENTE DE CARIDAD 21 amor divino y humano separado de la persona. El cora~ z,ón es órgano manifestativo del amor, unido a la per., sana; aquí, en Jesucristo, la persona es divina, a la cual el Corazón se une hipostáticamente. H. Podemos añadir que el culto al Sagrado Corazón no sólo es muy legítimo, sino también muy ventajoso. Baste indicar brevemente algunas de las razones. a) Es ventajoso por el origen, porque es el mismo Jesús que lo desea, como lo veremos por la Historia. Por las manifestaciones del Sagrado Corazón el Santísi– mo Redentor se presenta ante los hombres lleno de amor ardiente y misericordioso, como un Padre amante que quiere atraer a sí a todas las almas que viven separa– das de El. b) Por su naturaleza, porque en esa forma excita más al amor; impresiona más la parte afectiva del hombre. e) Por su fin, porque mueve a reparar las injurias que se cometen contra la bondad y misericordia de un Dios que se entrega todo por nosotros. d) Por los saludables efectos que tiende a producir en los devotos. Jesús desea que los pecadores se convier– tan, que los tibios se hagan fervorosos y que salgan de su apatía e indiferencia, que los fervorosos progresen rá~ pidamente en la perfección propia de Slg estado. e) La devoción al Sagrado Corazón es también un remedio contra los errores modernos: materialismo, indi– ferencia religiosa, hedonismo y satisfacción de todas las concupiscencias del hombre. f) Esta devoción y culto especial ha sido repetidas veces recomendada por los Sumos Pontífices, principal– mente por León XIII, San Pío X, Pío XI, Pío XII, y