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HORNO ARDIENIE DE CARlDAD 197 El alma amante del Sagrado Corazón será rica de gra– cias y de dones, pues ha encontrado la mina y el cam– po, de donde todo bien se extrae. Excavaremos profundamente esta mina inagotable y continuamente sacaremos tesoros inagotables, riquezas eternas de valor infinito. Coloquios y súplicas. Corazón bondadoso de Jesús, yo soy pobrísimo, estoy a tu puerta y llamo. Te pido tus tesoros, que son tus gracias, tus misericordias, tus dones, tus santidades, tus virtudes. Dame esas perlas preciosas con las cuales compro el reino de los cielos. Hazme rico de esos filones de oro que el tiempo no consume y la tiña no corrompe. «Dios, que es rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, y estando nosotros muertos por nues– tros delitos, nos dio la vida por Cristo-de gracia habéis sido salvados-y nos resucitó y nos sentó en los cielos por Cristo Jesús, a fin de mostrar en los siglos venideros la excelsa riqueza de su gracia por su bondad hacia nos– otros en Cristo Jesús» (89). Jaculatoria. Jesús mío, danos a comprender, en unión con todos los santos, cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad, y con conocer la caridad de Cristo que supera toda ciencia, para que seamos llenos de toda plenitud de Dios (90). (89) Ef., II, 4-7. (90) Ef., III, 18-19.