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.Ú6 P. PIO M.ª DE M:ONDREOANES, O. F. M. CAP. bautismo, y cómo me siento constreñido hasta que se me cumpla» (41). Jesús empleó toda su vida terrena en hacer la volun– tad del Padre, en cumplir su misión, en obedecer a sus mandato3, en redimir al mundo para que los hombres le amaran y glorificaran como deben. Jesús, antes de separarse de sus discípulos, les dice: «Conviene que el mundo conozca que yo amo al Padre, y que, según el mandato que me dio el Padre, así ha– go» (42). Sus intereses son los intereses del Padre ; su gloria es lá gloria del Padre; su voluntad es la voluntad del Padre. Sus ejemplos son para el bien de los hombres ; sus enseñanzas, para mostrarles el camino del cielo ; sus obras, para redimirles y salvarles. Que nuestro amor verdadero de amistad para con el _divino Corazón de Jesús sea buscar su gloria y llevarle .almas. Amor a los hombres. Es un dogma de nuestra fe que Dios vino a este mundo, se encarnó, tomó nuestra naturaleza por nuestra redención, para darnos la vida de la gracia y la felicidad eterna de la gloria. Cualquiera .que sea el motivo ideal de su Encarnación, de hecho no se puede negar que vino propter nos homines et propter nostram salutem. Con amor et-erno nos amó (43). Por amor nos creó, por amor nos redimió y con amor nos beatificará en la gloría. «Dios, que es rico en misericordia, por el gran (41) . Luc., XII, 49-50. (42) Jn., XIV, 31. (43) Jer., XXXI, 3.