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dra, en la ciudad de Nuremberg, por mandato y cuenta del rico ciudadano Martín Ketzel, que había visitado Jerusalén, los Siete Casos o Es– taciones, que hoy todavía se conservan (2). Se– gún las antiguas inscripciones, estos Siete Ca– sos o Estaciones eran los siguientes: el encuen– tro de Jesús y de María, el incidente del Cire– neo, las piadosas mujeres, la Verónica, Jesús cae bajo el peso de la cruz, depuesto de la cruz en el regazo de su Madre (3). De la misma época son las escenas de estilo gótico que se encuentran en el púlpito de la iglesia de Villingen. En las siete escenas se re– presenta la Pasión de Jesús. Semejantes Casos o Estaciones se hallaban en Bamberg y en Lovaina. En ,esta ciudad las mandó erigir, en 1505, Petro Sterkx, llamado el Poderoso, después de su regreso de Tierra Santa. Las Siete Estaciones existían también en Amberes, en el huerto de los Frailes Menores, donde eran veneradas por los Frailes y el pue– blo, particularmente los viernes. Algún autor llega ·a contar hasta 30 representaciones de las Siete Estaciones en Alemania del 1500 al 1895. Entre las varias esculturas de los Siete Casos son dignas de mención las columnas de Rodas, que copiaron después en Friburgo (Suiza), y Romanet Boffin en su patria, Romans, en 1516, aumentando las estacioP.es hasta 37 y 45. Ha- /2) Ibídem. o/J. cit., oál!. 53. (3) Ibíden1. op. cit., 1xÍQ. 53. - 72-