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Judas Iscariote traicionó al Maestro y prometió de entregárselo por treinta dineros. En el Ce– náculo celebró la Pascua con sus discípulos, les lavó los pies, instituyó la Eucaristía y el sacer– docio. Luego se retiró al Monte de los Olivos a orar. Sus Apóstoles se durmieron. Jesús sufrió agonía terrible y sudó sangre. Volvió a sus Apóstoles y les dijo: "Dormid ya, pues ha lle– gado mi hora." Luego llegó Judas con sus soldados y prendieron al Maestro. Le ataron y le condujeron al Pontífice Anás; de Anás, a Cai– fás. Reunido el Sanedrín, tribunal religioso, le condenó a muerte. Después le enviaron al Pro– curador romano para que le condenara civil– mente. Oyendo Pilato que Jesús era Galileo, le en– vió a Herodes, que estaba también en Jerusa– lén aquellos días. Herodes, con su escolta, vien– do que no respondía a lo que quería, le despre– ció, y por burla le vistió una vestidura blanca y lo devolvió a Pilato. En aquel día se hicieron amigos uno del otro, pues eran enemigos. Pilato, conociendo su inocencia, no quería condenarle. El Sanedrín, con el pueblo enfure– cido, insistía y clamaba: "Crucifícale, crucifi– cale." Pilato les propuso a Jesús y a Barrabás para el indulto. Los judíos eligieron a Barrabás y pidieron de nuevo la muerte de Jesús. Pilato le mandó flagelar, y los soldados le coronaron de espinas como a rey de burla. De esta mane– ra lo presentó al pueblo diciendo: "ECCE HO– MO." He aquí al hombre; vedle cómo está cas- - 37 -