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humano, ruega por todo el mundo para .obte-• ner las promesas de Jesucristo Nuestro Reden– tor. OFRECIMIENTO DE LOS DOLORES A LA REINA DE LOS MARTIRES Virgen Santísima, Reina de los Mártires, Ma– ría, recibe el homenaje más sincero de mi amor filial. Acoge en tu corazón traspasado de tan– tas espadas de dolor mi pobre alma. Recíbela por compañera de tus dolores junto a la cruz, sobre la cual murió Jesús por la redención del mundo. Contigo, ¡oh Virgen Dolorosa!, sufriré de buena voluntad todas las angustias, contradic-• ciones y enfermedades con. las cuales se servirá el Señor visitarme. Todo lo ofrezco por Ti, en memoria de tus dolores; de tal modo que todo pensamiento de mi mente y todo latido de mi corazón sean actos de compasión y de amor por Ti. Y tú, ¡oh dulce Madre!, ten compasión de mí, reconciliándome con tu divino Hijo, Je– sús, conservándome en su gracia y asistiéndo– me en la última agonía, para poder llegar a cantar tus glorias eternamente en el cielo. Así sea. (Indulgencia de 500 días. Poen. Ap., 19 mayo 1934. y IR junio 1949.) LAUS DEO - 403 -