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Hemos hablado de los Dolores de Jesús y de María en diversas ocasiones. Por esto, aunque sea saliendo un poco de nuestro tema, conside– rando la Vía Dolorosa hacia el Calvario, no podemos menos de contemplar las penas de María. Rogamos y pedimos por la Sangre y los Do– lores de Cristo Redentor; es también conve– niente que supliquemos e imploremos por me– dio de las lágrimas y las penas de María. Que eleve a su amantísimo Hijo nuestras fervientes plegarias, para que consigamos las divinas mi– sericordias. Virgo dolorosissima, Ora pro nobis. LOS SIETE DOLORES DE LA VIRGEN Veni, Sancte Spiritus, reple tuorum corda fi- delium et tui amoris in eis igne accende. X. Emitte Spiritum tuum et creabuntur. R1 Et renovabis faciem terrae. X. Memento congregationis tuae. Rr. Quam possedisti ab initio. X. Domine, exaudi orationem meam. E'. Et clamor meus ad te veniat. - 382 -