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más noble y elevada. Jesús prueba la sed de aquella agua de la cual un día había hablado a la Samaritana cerca del pozo de Sichem, era la sed de la gracia para los hijos de Adán; era la sed de la salvación del género humano; era la sed de almas, de apostolado, de conquista del mundo. ¡Oh!, no tengamos sed de placeres, de pasa– tiempos, de satisfacciones de nuestros sentidos, sed de las cosas criadas; en cambio, procure– mos tener sed ardiente de santidad, de vida so– brenatural, de celo por la salvación de las al– mas. Adorámoste, Cristo, y te bendecimos, por– que por tu santa Cruz redimiste al mundo. ORACION Amantísimo Jesús, que por mi amor agoni– zaste en la cruz, y que no se sació aún de tan– tos oprobios y sufrimientos, quisiera sufrir to– davía más para que todos los hombres se sal– vasen, mostrando así que todo el torrente de la Pasión no es bastante para extinguir la sed del Corazón amoroso. Por los méritos de vues– tra preciosísima sangre ,encended en nosotros el fuego de la caridad en nuestros corazones, que les haga anhelar unirse a Vos por toda una ,eternidad. Tres Glorias. Señor, ten misericordia de nosotros. Dios mío, creo en Vos... - 368 -