BCCCAP00000000000000000000737

OCTAVA ESTACION JESÚS CONSUELA A LAS MUJERES DE JERUSALÉN Te adoramos, Jesús mío, y te bendecimos, por-· que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Considera, alma mía, cómo Jesús dijo a las: mujeres de Jerusalén que lloraban por El: "Hi– jas de Jerusalén, no lloréis por mí, llorad más bien por vosotras mismas y por vuestros hijos." Jesús mío, concédeme la gracia de llorar sin– ceramente por mis pecados y. por los de mi pró– jimo, al contemplar tu acerbísima pasión. Señor, ten misericordia de mí y de todos los hermanos separados por el cisma. Pater. Ave. Gloria. NOVENA ESTACION JEsús CAE LA TERCERA VEZ Te adoramos, Jesús mío, y te bendecimos, por-· que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Considera, alma mía, cómo Jesús, cada vez más cansado y débil, cae por tercera vez. ¡ Oh Jesús mío!, quiero terminar con todas mis ini– quidades y, con vuestra gracia, hacer propósi-- - 313 -

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz