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píos su sepultura, y fué en la muerte igualado a· los malhechores, a pesar de no haber en él maldad' ni haber mentira en su boca. Quiso quebrantarle· Yavé con padecimientos. Ofreciendo su vida en sa– crificio por el pecado, tendrá posteridad y vivirá· largos días" (8). Sigue el Profeta describiendo la Pasión de {esu-· cristo con vivos colores, y parece que la está viendo· en lontananza. La Pasión de Jesús la quiso el Padre para nuestra· salvación y rescate. Por Cristo Redentor hemos sido librados de las manchas de los pecados, de la es– clavitud del diablo, de la muerte eterna. Hemos sido reconciliados con Dios y se han abierto las– puertas del cielo. Demos gracias infinitas a Nuestro Redentor y a· Nuestra Corredentora María. ¡Que sus dolores sean· otros tantos motivos de amor y de gratitud! Si en· este mundo tenemos uqe padecer con Cristo, pen-· semos que seremos también glorificados con El. "Bendito sea Dios y Padre de Nuestro Señor Je– sucristo, que por su gran misericordia nos reengen– dró a una viva esperanza por la Resurrección de· T esucristo, de entre los muertos, para una herencia· incorruptible, incontaminada e inmarcesible, que· os está reservada en los cielos" (9). Despojaos, pues, de toda maldad y de todo en-· gaño, de hipocresías, envidias y maledicencia, y como niños recién nacidos apeteced la leche espiri-.. (8) Is.. LIL 1-lL (9) I Petr., 1. - 297 -