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ofrecerle s.us dones. Ahora muere sobre el Cal– vario, con el título de Rey de los Judíos. Na– ciendo y muriendo manifiesta su realeza. El Mesías anunciado por los. Profetas reina, como Salvador del mundo, en el leño de la cruz. Regnavit a lígno Deus. Reina en el Palacio del Calvario, sobre el trono de la cruz, vestido con la púrpura de su sangre, con la diadema de es– pinas, con el cetro de los clavos. Sus acusado– res son sus cortesanos; su guardia de honor, los dos ladrones; a su mesa se sirve hiel y vinagre; tiéne por sinfonía las blasfemias y las burlas; por brillantes, las llagas que cubren su cuerpo. Pero Jesús, por su pasión y por su muérte, es el Rey triunfador de la muerte, del infierno, del pecado, de los corazones, de los buenos y de los malos. Su imperio consiste en el domi– nio de la gracia, de la virtud, de la caridad, .de la santidad ... Regnum meum non est de hoc mundo... 2. La corona.-Refiere San Mateo que los soldados del Procurador, tomando a Jesús, lo condujeron al Pretorio ante toda la cohorte, y y despojándole de sus vestidos le echaron en– cima una clámide de púrpura, y tejiendo una corona de espinas se la pusieron sobre la cabe– za, y en la mano, una caña; y doblando ante El la rodilla se burlaban diciendo: "Salve, Rey de los judíos" (3). (3) ivlatt., XXVII, 27-29. - 273 18