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la del hijo pródigo y la del humilde publicano. Consuela a Marta y María resucitando al her– mano Lázaro, a la viuda de Naím sanando a la hija. Aún más, consuela con un milagro a los esposos de Caná por intercesión de María. Pasó por este mundo haciendo bienes a todos. También ahora se muestra dulce y compa– sivo con los que sufren por su amor. Bienaven– turados los que lloran, porque ellos serán con– solados (7). Consuela a los pecadores arrepen– tidos y les dice: "Levántate y anda. No quieras pecar más. Consuela en las desgracias, en las aflicciones, en las adversidades." El hombre de dolores sabe compadecerse de las humanas mi– serias. Que Jesús nos conceda, después de las lágrimas del arrepentimiento, las consolaciones de la reconciliación, las alegrías del hijo pró– digo cuando regresa a la casa paterna. La paz de Dios, que sobrepuja todo senti– do, guarde vuestros corazones y vuestros pen– samientos (8). 4. Enseñanzas de Jesús.-Jesús dijo: "Si esto se hace en el leño verde, en el seco ¿qué se hará?" (9). El leño verde produce hojas, flo– res y frutos, y éste es El mismo, que en otra ocasión se comparó a la vid. Ego sum vitis vera et vos palmites (l O). El leijo seco cortado (7) Matt., V, 5. (8) Phi!., IV, 7. (9) Luc., 23, 3 l. 00) Joann., 15, l. - 238 -