BCCCAP00000000000000000000737
paña el dolor. Todos tenemos que llevar ta cruz. Sigamos, pues, con Jesús y María la Vía Do– lorosa, llevando nuestras cruces cotidianas, li– geras o pesadas, corporales o morales. Acom– pañemos a Jesús en su Pasión dolorosa, y particularmente en piadosa peregrinación, al menos desde el Pretorio de Pilatos hasta el Gól– gota. Para mejor practicar esta devoción escribi– mos este pequeño libro, dividiéndolo en las siguientes partes: 1 .ª Ponemos algunas consideraciones gene– rales sobre Jesucristo, ideal de la Humanidad; la importancia de la meditación sobre la Pasión del Señor. Cómo San Francisco y la Orden Franciscana se distinguieron en esta devoción y las ventajas que ofrece su ejercicio. 2.ª Brevemente referimos los puntos prin– cipales de su historia a través del tiempo hasta nuestros días. 3.ª Se explican las normas canónicas para eregir el Vía Crucis y las condiciones para prac– ticarlo y ganar las indulgencias. 4.ª Se ofrecen varios modos prácticos para hacer con fruto esta devoción. En el primero se contiene abundante materia de meditación, para los que la deseen. No es necesario meditar to– das y cada una de las estaciones en cada ejerci– cio. Basta una sola consideración sobre los do– lores de Jesús en general, o de alguna escena en particular. -6-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz